Las fajas, el maquillaje, la silicona, el botox, entre otros, son herramientas que tanto mujeres como hombres, usan para ocultar y tapar algunas imperfecciones que nos hacen sentir inseguros.
Hay personas que no se sienten bien consigo mismas, incluso se sienten tristes por no lograr los estándares de belleza que el mundo exige y esto los llena de inseguridades que en ocasiones desembocan en falta de autoestima y en sentimientos de culpabilidad y menosprecio por si mismos.
En ocasiones, el peor veredicto y el más ácido es que el tú misma te das, la forma en la que te ves y te juzgas ya que al mirarte en el espejo sólo te desprecias y te llenas de más inseguridades hasta el punto de encerrarte y no querer salir de tu realidad, pero es una realidad que tú misma creaste y que no corresponde con el mundo real.
Ese enemigo silencioso de tu percepción se convierte en una guerra sin cuartel en el que tus fuerzas flaquean y sientes que luchas sola frente ese hostil. Y todos los días debes tratar de superar la batalla frente al espejo, porque por más que te maquilles, te quites, te pongas, te operes, compres o logres, eso seguirá estando ahí, porque es solo tuyo, eres tú y solo tú la que sabe como superarlo, pero si llegas a decifrarlo, tiene sus ventajas, porque puedes usarlo para alcanzar lo que quieras lograr. Pasa de ser una situación de autoestima a convertirse en un arma de fortaleza, de pundonor y de ánimo, de empuje para salir adelante y así lograr todo lo que deseas lograr.
A nadie le gusta que le digan la verdad, muy pocos la afrontamos de buena forma, incluso hay una generalidad y dicen “que la verdad duele”, duele tanto, que muchas veces preferimos mentir antes que decir la verdad o por lo menos ocultamos ese pedazo que sabemos que es verdad para tratar de no dañar o perjudicar a quien la recibe y se pueda llegar a sentir mal.
En Fajas Velvet, aunque no podemos ser los dueños de esas verdades, y aunque sabemos que “algunas verdades son incómodas” reconocemos que pertenecen a cada uno, existen y muchas veces, no las decimos, no se hablan, se callan, pero por dentro sabemos que son verdad, que están ahí. Una verdad, por ejemplo, es que las fajas “son incómodas”, que las usamos como accesorios de belleza para sentirnos o vernos mejor, pero “son incómodas”, lo son, por eso, hoy asumimos esa verdad para trabajarla, para entregarte todos los días un producto cómodo y estamos comprometidos en trabajar día a día para que nuestras Fajas Velvet sean un referente de calidad y de placer, para que sean las mas “comodas de verdad”.
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